¿QUÉ ES UN MUSEO?
Designa tanto a la institución como al establecimiento o al
lugar generalmente concebido para proceder a la selección, el estudio y la
presentación de testimonios materiales e inmateriales del individuo y su medio
ambiente.
La forma y las funciones del museo han variado sensiblemente
en el curso de los siglos. Su contenido se ha diversificado al igual que su
misión, su forma de funcionamiento y su administración.
El conjunto de técnicas desarrolladas para llevar a cabo las funciones museales y particularmente las que conciernen al acondicionamiento del museo, la conservación, la restauración, la seguridad y la exposición. Procura designar el arte o las técnicas de la exposición.
El museo tuvo su origen en la recogida y conservación de
objetos valiosos, a los que hoy daremos el nombre de bienes culturales, y que,
en principio, se reunieron para ostentación de poder, admiración de sus
características y con fines científicos, para finalmente servirse de ellos con
fines educativos, poniéndolos al alcance de la sociedad. Esta institución ha
ido desarrollando progresivamente su conciencia de servicio a los demás, y por
ello va evolucionando al compás de la sociedad misma, conforme a sus exigencias
de cultura.
El origen de los museos es el coleccionismo,
entendiendo por colección aquel conjunto de objetos que se encuentra sujeto a
una protección especial con la finalidad de ser expuesto a la mirada de los
hombres.
Se trata de objetos que han sido reunidos por respeto al pasado, el instinto de propiedad, el amor al arte, el prestigio social (unido en ocasiones al mecenazgo artístico), el afán de perpetuarse en la memoria y el puro coleccionismo. Los impulsores de la creación de museos configuraron desde la Antigüedad una élite que detentaba el saber y, como consecuencia, el poder (la realeza, la aristocracia, la Iglesia, la burguesía).
Hasta la Edad Media el museo no
es un fenómeno cultural consolidado, las culturas son de régimen cortesano y
religioso con predominio de objetos preciosos en templos, tumbas, con sentido
trascendental, los objetos artísticos no tienen valor de coleccionismo, aunque
en algunos pueblos hay una incipiente producción de tipo industrial que los
inhibe de ser valorados por los coleccionistas ilustrados.
Las casas de los miembros
dirigentes de la sociedad debían tener biblioteca, pinacoteca, obras de arte y
bronces griegos y helenísticos, originales o copias elaboradas por expertos.
Surge el coleccionismo hedonista y esnobista, lo que podríamos decir un hobby.
El coleccionismo se convierte en
un auténtico mercado y su concepto definitivo entonces es: la colección
artística como INVERSIÓN DE CAPITAL.
El coleccionismo romano acuñó no solo la terminología de ciertas instituciones artísticas, sino que alentó y consolidó las bases del mercado de arte contemporáneo pero también aportó el dar UTILIDAD pública a las obras de arte.
En el siglo XVII surgen dos tipos
de coleccionistas los CURIOSOS: cumplen una función snobista siguiendo
ciegamente los dictados de la moda imponen un arte de sociedad estandarizado
pero con clase. Es la época del rococó, y los FILÓSOFOS, eruditos que ven el
coleccionismo desde un punto de vista científico, sistemático, metódico y
especializado.
En el siglo XIX el artista crea
conforme a sus propios criterios influyendo sobre el coleccionismo. En la
primera mitad del siglo XX el público coleccionista más fuerte son los magnates
americanos de la industria y ya se perfila la tarea pedagógica típica del museo
americano contemporáneo.
El Museo Ashmolean (Ashmolean
Museum of Art and Archaeology) está situado en Beaumont Street, Oxford,
Inglaterra, y es el primer museo universitario de cuya creación se tiene
noticia. Su primer edificio fue construido entre 1678 y 1683 para albergar la
colección o gabinete de curiosidades de Elias Ashmole, que este donó a la
Universidad de Oxford en 1677.
La colección incluye los objetos
que Elias Ashmole había reunido, así como los que había adquirido de viajeros y
coleccionistas tales como John Tradescant y su hijo del mismo nombre. La
colección recopilaba monedas antiguas, libros, grabados, especímenes geológicos
y zoológicos (uno de ellos era el cuerpo disecado del último dodo visto en
Europa, pero en 1755 estaba ya muy deteriorado, a excepción de su cabeza y una
garra).
El museo abrió el 6 de junio de 1683, con el naturalista Robert Plot como primer director.
ATRAVES DE LAS CULTURAS
Babilonia: el palacio del rey Nabucodonosor II (605-562 a. de C.) fue llamado «gabinete de maravillas de la humanidad», producto de los botines de guerra.
Egipto: se reunieron en las pirámides los objetos cotidianos de los faraones para facilitar su supervivencia en el más allá. En la ciudad de Alejandría estuvo el primer «museo» organizado por Ptolomeo I Soter (h. 367-283 a. de C.) y su hijo Ptolomeo II Filadelfo (308-246 a. de C.), unido a la célebre Biblioteca, hoy reconstruida, creada por iniciativa del Estado para constituirse en servicio al ciudadano. Era lugar de encuentro de poetas, artistas, sabios, en torno a salas de reunión, laboratorio, observatorio, jardines zoológicos y botánicos, al modo de las escuelas atenienses, como La Academia de Platón o el Liceo de Aristóteles.
Grecia: en los peristilos y pórticos de los templos se exponían conjuntos de obras de arte que comenzaron a denominarse con la palabra mouseion, por su consagración a las musas, que eran las protectoras de las Artes y de las Ciencias (Pinacoteca de los Propileos con paneles Polignoto, Acrópolis de Atenas, siglo V a, de C.), También se construyeron cerca de estos templos monumentos thesaurus dónde se recibían los exvotos (Tesoro de los Atenienses, Delfos, en la misma época). Los sacerdotes eran sus guardianes y quienes lo inventariaban.Por tanto, los museos de los templos griegos fueron los primeros museos públicos, accesibles a cualquier ciudadano.
Roma: se formaron colecciones privadas producto del botín de guerra, como las del cónsul Lúculo (1.:106.57 C.) o el Emperador Adriano (76-138 a, de C., nacido en Itálica, Hispania), que decoraban sus palacios y jardines, aunque terminaron por exponerse a público. Roma era un «museo al aire libre», con mercado de arte, falsificaciones y restauraciones incluidas. Vitrubio (siglo I) da unas orientaciones para el emplazamiento en la casa romana: la pinacoteca estaría orientada al norte, la biblioteca al este. Plinio el Viejo coleccionaba objetos y seres vivos de la naturaleza para su estudio (Historia Natural).Surgen entonces nuevos conceptos: la colección artística como inversión de capital; la idea de que prestigio político y coleccionismo deben ir unidos; la protección pública de las obras de arte: por consejo del militar y político Marco Agripa (6342 a. de C.), el emperador Octavio Augusto (63 a. de C.-14 d. de C.) reagrupa colecciones particulares para el disfrute público y dicta leyes para la protección del patrimonio. La difusión cultural se lleva a cabo mediante exposiciones itinerantes con pinturas de las hazañas de los grandes estrategas.
En la Edad Media: La expansión del cristianismo lleva a emplear el arte con una intención pedagógica y moral, para la formación de los fieles: los templos vienen a ser museos públicos (aunque dotados de una cámara del tesoro para las piezas más valiosas); los monasterios, archivos del conocimiento y la cultura. Son objeto principal de colección los relicarios, los elementos de uso litúrgico, los manuscritos miniados e incluso el patrimonio natural (plantas medicinales cultivadas en el hortus, precedente del jardín botánico).
Las cruzadas van a generar importantes tesoros profanos —en San Marcos de Venecia y Sainte Chapelle de París, por ejemplo— obtenidos por medio de saqueos (Constantinopla, 1204). Son objetos a los que se da un valor material y simbólico más que cultural, y que a menudo son donados por los reyes a la Iglesia para asegurar la salvación de su alma.
Aspectos destacables en esta época: se interrumpe la exposición pública del patrimonio en recintos civiles; se desestima el museion (Templo de las Musas), con todo lo que comporta para el avance de las ciencias y las letras; y permanece dormido el placer de formar colecciones privadas, lo que retrasa la formación del museo como institución.
Con el humanismo renacentista: La idea de atesorar (reconocer únicamente el valor económico de los objetos) va sustituyéndose a partir del siglo XV por su valoración histórica, artística y documental. De este modo procede con su colección el francés duque de Berry (1340-1416), al que Von Schlosser califica de «primer coleccionista moderno» por superar la mera ostentación y la curiosidad, interesándose por documentar sus variadas colecciones:
Se añade un valor científico y pedagógico a las colecciones, reunidas por la aristocracia cortesana (los Gonzaga, Borghese, Ludovici, Famesio, Médici) la Iglesia (papas Sixto IV y Julio II) y la burguesía culta, que buscan el deleite de lo bello y lo pintoresco. Los mecenazgos potencian la producción artística: la figura del mecenas es encarnada mejor que nadie en Moronda por Gonne de Médici el Bello (1389-1464).
Surgen los críticos de arte, los catálogos de colecciones son las primeras guías e historias del arte, de tal manera que el coleccionista será a partir de ahora una persona bien informada, que se servirá del coleccionismo para acercarse a la nobleza, y relacionarse así con ambientes cultivados.
Se distinguen las colecciones naturalia (provenientes de la naturaleza) de las artificialia (obras realizadas por el hombre). Dentro de éstas se sitúan las galerías de retratos.
Vasari proyecta el primer edificio concebido para albergar un museo, el Palazzo Uffizi de Florencia. Primeras medidas contra la exportación ilegal de bienes.
- El jardín arqueológico: se inicia en Italia y tiene sus antecedentes en la antigua Roma. Uno de los primeros es el de los Médicis, en la plaza de San Marcos de Florencia, encargado por Lorenzo al pintor Bertoldo. Manen van Hemskerck diseña de modo decorativo el modelo de jardín privado (Palazzo della Valle, Roma).
- El jardín botánico o de ciencias naturales sigue dos alternativas: una como espacio para impulsar el estudio de las especies vegetales (evolución del jardín de plantas medicinales medieval), y otra como jardín de curiosidades naturales, con o sin incorporación de animales vivos. Ambos modelos se enriquecen con especies exóticas llegadas de América Entre los seguidores del primer grupo se encuentra el del rey de Francia Luis XIII (1626).
- La galería artística, tanto de escultura como de pintura, surge en los palacios franceses, pero su impulso se registra en Italia gracias a los papas Sixto IV (Capitolio de Roma, 1471) y Julio II (recinto del Vaticano, proyecto de Bramante) en lo que concierne al primer modelo, que instalaba las esculturas en nichos y en recorridos lineales. Uno de los más espectaculares, dotado con biblioteca, fue el de Alberto y de Baviera, en su palacio de Múnich (1571). La galería de pintura sigue el esquema de presentación lineal, y su modelo se extenderá durante el siglo XVIII.
Buenas noches Omar. Te felicito por el trabajo realizado, pues desde mi punto de vista todos los objetos de aprendizaje incluidos ayudarán mucho a los estudiantes a profundizar sobre los tópicos a tratar. Por otro lado, es muy interesante el tema que elegiste y la verdad sé poco sobre él. Con tu blog, voy a darme la oportunidad de conocer más sobre diferentes piezas de arte, tipos de exposiciones, historia, etcétera. Saludos cordiales.
ResponderEliminarQue buena aportacion, considero que acercar a los alumnos a estos bellos lugares hace que mejoren sus aprendizajes y es maravilloso que se puedan visitar museos de manera virtual incluso en otros paises en los que uno ni se imagina. Me agrada mucho tu diseño. FELICIDADES
ResponderEliminarExcelente trabajo Omar, después de leer la información acerca de los museos me doy cuenta lo poco a nada que sé al respecto tienes la información necesaria para realizar trabajos de calidad, en hora buena excelente y ardua labor.
ResponderEliminar